La Monarquía Mexicana

Gracias a mi querido amigo el Dr. Antonio Maldonado por hacerme llegar esta carta de la Antropóloga Xuchitl Vázquez Pallares que comparto con el respetable que me distingue con su visita y su tiempo...

Morelia Michoacán a 1de abril del 2010

Todo está ligado…

Hace días hojeando una revista de circulación nacional, vi dos reportajes, los cuales eran realmente preocupantes e interesantes, dignos de reflexión y análisis. Ambos me hicieron reflexionar, como es que es posible que estemos como estamos, donde la impunidad es símbolo de éxito y admiración. Recordé inmediatamente mis lecturas de Karl Marx, quien afirmaba que es el factor económico presente en toda actividad humana, la base de la historia.

Marx, en su análisis del sistema capitalista, lo dividía en estructura, superestructura e infraestructura. La economía sería la estructura. La superestructura sería lo jurídico-ideológico-religioso, los cuales son producto y a la vez justificantes y reproductores de la estructura económica. Es decir la superestructura perpetua la estructura.

La infraestructura, es conformada por las relaciones de producción las cuales determinan el entramado social y establecen el tipo de estructuras sociales. La estructura social de una sociedad está formada por un conjunto de subestructuras interconectadas entre sí de formas muy diversas (estructura de clases, de poder, económica, de población, ocupacional).

Como podemos ver, tanto la estructura, la superestructura y la infraestructura, son base del sistema. Los tres estrechamente interrelacionados. Como vemos, la economía es la base, que genera tal o cual ley, religión, o ideología, pero a su vez estás son soporte del sistema económico imperante.

En todo esto, pensé, mientras leía el reportaje sobre los hijos biológicos del Padre Maciel, fundador y eje de los Legionarios de Cristo. Los cuales narran, y demuestran que el afamado y multimillonario sacerdote, tenía vida oculta a los ojos de sus feligreses. De inmediato vino a mi mente la multitud de casos similares, tanto de pederastia, abuso sexual, y de paternidad biológica de muchos sacerdotes, en todo el mundo, sin castigo alguno.

El segundo reportaje que atrajo mi atención, fue sobre la boda de Leonora Tovar López Portillo, nieta del ex presidente José López Portillo, con Gerardo Díaz Ordaz, nieto del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz.

De manera gráfica vi, como las familias de varios ex presidentes, se han ido interrelacionando , no solo en lo económico, sino en lo sanguíneo, trayendo como obvia consecuencia, un entramado de complicidades, en lo referente a secretos de bóveda, corruptelas, abusos de diversa índole y más…

Llamó mi atención en particular una foto por demás ilustrativa; donde los personajes, se mostraban felices, engalanados con brillantes, zafiros, esmeraldas y costosos atuendos. En la foto se veía a Beatriz López Portillo, quien se casó con Tovar y de Teresa, madre de la novia. El padre del novio, Gustavo Díaz Ordaz, primogénito del ex presidente. Jorge, hijo de Miguel Alemán Valdez, Adriana Salinas, hermana de Carlos Salinas, también ex presidente, Pascual Ortiz Rubio hijo de otro ex presidente, casado con Paulina la hija menor de José López Portillo, y Avecita la hija del ex presidente Adolfo López Mateos.

En otra foto, se mostraba a Paulina Castañón, madre de Paulina Díaz Ordaz, (nieta del ex presidente). Es pertinente aclarar que Paulina Castañón estuvo casada en segundas nupcias con Raúl Salinas de Gortari. En la foto también estaba la hermana de esta, Eugenia Castañón, esposa de Gustavo Díaz Ordaz Borja hijo, ambos padres del novio.

La fiesta, fue en el Claustro de Sor Juana, donde Carmen Beatriz López Portillo (madre de la novia) es rectora. Asistieron poco más de 550 invitados, la decoración estuvo a cargo de Becky Alazraki, después de la boda los recién casados viajaron a Asia un mes.

Imaginé el costo, del vestido, fiesta, viaje, etc., recordé que Díaz Ordaz, trae tras sí, la oscura memoria del 68, recordé la colina del perro, propiedad de López Portillo, muestra fehaciente de latrocinio. Ambos sin castigo alguno de la ley.

Es interesante ver, como todos ellos, al estilo de las antiguas monarquías, establecen mediante el matrimonio, lazos sanguíneos, que van conformando una gran familia, como manera de perpetuar, riquezas, poder, complicidades, silencios y secretos llevados hasta la tumba.

Viendo las fotografías, pensaba, en como al pueblo se le muestra a estas personas, como sinónimo de éxito, de modelo a seguir. No en balde estamos como estamos.

Hojeando la revista; inconscientemente empecé a tararear una canción de Víctor Jara, que se llama “las casitas del barrio alto” que dice:

“Las casitas del barrio alto, con rejas y ante jardín, una preciosa entrada de autos, esperando un Peugeot. Hay rosadas, verdecitas, blanquitas…

Y las gentes de las casitas, se sonríen y se visitan...Hay dentistas, comerciantes, latifundistas y traficantes, abogados y rentistas y todos visten Cristian Dior. Juegan Bridge, toman Martini dry, y los niños son rubiecitos, y con otros rubiecitos vas juntitos al colegio “jai”. Y el hijito de su papi, luego va a la universidad, comenzando su problemática y la “intri…Íngulis” social. Fuma pitillos, juega con bombas y con política, asesina a generales y es un gánster de la sedición, las casitas del barrio alto….”

Esta canción del compositor chileno, la conozco desde 1973, a pesar de los años, es vigente. Así mismo sucede en el caso del pensamiento de Marx, quien estaba convencido de que las correcciones que se pueden introducir en el sistema capitalista, no bastan para solucionar las crisis que provoca, y que lo que acaba por entrar en crisis, es el sistema mismo. Son las contradicciones internas del sistema capitalista, las condiciones objetivas para la destrucción del mismo.

Es claro; la sobreexplotación tanto del ser humano como de la naturaleza, la pérdida de valores, los intereses económicos y políticos, han llevado a la humanidad al borde de su destrucción.

vazquezpallares@michoacan.com

Ya lo decía el cardenal Juan Sandoval Iñiguez "No hay rico, rico, rico que sea honrado, porque trabajando nadie se hace rico. Si trabajando se hiciera uno rico, los burros serían millonarios”...