domingo, 26 de agosto de 2012

MAS OPINIONES SOBRE EL AVION QUE CALDERON LE HEREDARA A PEÑA NIETO

MAS INTERESANTES DATOS  SOBRE LA CORTESIA QUE TENDRA FELIPILLO CON PEÑA NIETO RESPECTO A LA COMPRA DEL NUEVO "MEXICAN AIR FORCE ONE".


HOY VI EN UNA REVISTA QUE EL AVIONCITO ESE COSTARÁ 787 MILLONES DE DOLARES. EL AVIÓN FUERZA AEREA No. 1 DE USA COSTÓ 255 MILLONES DE DOLARES, EL DE VLADIMIR PUTIN UN ILUSIN COSTÓ 200 MDD. NINGUNO DE LOS AVIONES DE PRESIDENTES TIENE UN AVIÓN QUE EXCEDA DE LOS 300 MDD. EL AVIÓN PRESIDENCIAL DEL BRASIL ES UN FALCON 900 QUE COSTÓ 37.5 MDD. ESTOS SEÑORES MARCIANOS, PORQUE NO PARECEN NACIONALES ENTERADOS DE QUE MÉXICO ES UN PAÍS POBRE CON DEMASIADAS CARENCIAS COMO PARA BOTAR EL DINERO, VIVEN EN UN MUNDO RARO. LOS QUE ESTAMOS EN LA AVIACIÓN SABEMOS QUE EL AVIÓN BOING 757 DEL GOBIERNO MEXICANO NO TIENE DEMASIADAS HORAS DE VUELO. LAS TENDRÍA UN AVIÓN DE LÍNEA COMERCIAL PERO NO EL 757 DE LA PRESIDENCIA. CON UN BUEN PROGRAMA DE MANTENIMIENTO NO TENDRÍA PROBLEMAS DE RENDIR DURANTE OTRO SEXENIO POR LO MENOS Y CUANDO SE TENGA QUE COMPRA UN NUEVO AVIÓN QUE LO ESCOJA UNA COMISIÓN DE NOTABLES PERO QUE NO PASE DE LOS 100 MILLONES DE DOLARES Y QUE DIGAN QUE LES FUE BIEN. FALTABA MAS. YA SE QUE ESTOY SOÑANDO. POBRE MÉXICO. SALUDOS..........

PERO SEGUIMOS DORMIDOS.





Fw: El avión presidencial

El avión presidencial

Enrique Peña Nieto va a llegar el 1 de diciembre a su oficina y, entre los inventarios se va a encontrar… ¡sorpresa! con un avión nuevecito!

Martes, Agosto 14, 2012 - 22:22

La cereza sobre el pastel de la corrupción panista de los últimos doce años es, sin lugar a dudas, el avión presidencial. Un aparatito de 700 y pico millones de DÓLARES, un Boeing 787 que don Felipillo va a dejar de herencia a Enriquito… sin siquiera estrenarlo.

$700 Millones de Dólares

Descripción:
              http://www.omicrono.com/wp-content/uploads/2011/09/boeing-787.jpg

Un avión que representa más de tres veces lo que costaría el rescate de Mexicana de Aviación, junto con ocho mil empleos… Un avión mucho más caro que el de Vladimir Putin, Presidente de Rusia, que tiene incrustaciones de oro y llaves del mismo metal en sus baños. Un avión mucho más caro que el de Nicolas Sarkosy, ex Presidente de Francia

No tengo los datos del Air Force One de Barack Obama, pero sí sé que Benedicto XVI no tiene ninguno. Cuando viaja (no tanto como su antecesor, el “Papa Viajero”), renta un aparato de Alitalia, y con eso se conforma. Pero Felipillo, NO

El avión que el gobierno de E.U. piensa como remplazo del actual Air Force One está presupuestado que costará para el 2017, 757 millones de dólares (The Pentagon has budgeted $757 million through 2017 for the first phase of the Air Force One replacement)Obviamente para el presidente del país más poderoso y rico del mundo.

No dudo que los mandatarios mexicanos necesiten transportes rápidos, eficientes y seguros (sobre todo por eso de la pésima seguridad que les costó la vida a dos secretarios de gobernación del gobierno panista) para ir de aquí a allá. En Puebla, nuestro gobernador adquirió un helicóptero (oficialmente para apoyo de protección civil) que costó un dineral y sirve para llevar y traer al señor de un lugar a otro, aunque sea cerquita.

En los recientes últimos años, ha habido lamentables accidentes aéreos que han privado a México de algunos de sus mejores cuadros, entre ellos dos secretarios de Gobernación. Esto implica que la seguridad de los altos funcionarios deba ser cuidada con el mayor esmero. Pero el problema no ha sido la mala calidad o seguridad de los equipos que volaban sino de otros factores inherentes a la corrupción y falta de capacidad del saliente gobierno panista.

Sin embargo, la duda permanece… ¿Por qué más de setecientos millones de pesos invertidos en un solo avión? ¿Por qué, por qué, por qué?. ¿Por qué la urgencia de hacer este gasto (que no inversión)?

De buenas a primeras, es evidente que es mejor, más fácil y con mucho menor costo político comprar la aeronave al terminar el sexenio, y no al principio del siguiente… ¿Por qué, por qué, por qué?

¿Por qué gastar tanto en un simple avión? ¿Por qué no salvar las finanzas de una compañía que le ha dado fama internacional en materia de aeronáutica a nuestro país? Que quede claro que se podían las dos cosas: salvar a Mexicana y comprar el avión… Pero ¿Por qué no hacerlo?

Es evidente que algo no muy claro está subyacente en esta decisión… Mucho se ha dicho del interés de los cuñados del señor Presidente en los restos de la compañía nacional.

Es evidente el fraude cometido por Gastón Azcárraga (y compinches) en el asunto… ¿Se sabrá algún día qué fue lo que sucedió, exactamente? “Follow the money”, sigan al dinero, dicen los sabios…

El hecho es que miles de familias se encuentran ahora en la miseria, mientras Javier Lozano puja por ser presidente de la Comisión de Comunicaciones del Senado. ¡Vaya cínico, desvergonzado!

En algún texto anterior, comentaba que el esposo de Angela Maerkel no puede viajar en el avión oficial del gobierno alemán, porque… no le alcanza… Las esposas de los gobernadores mexicanos no tienen ese tipo de escrúpulos y usan las aeronaves oficiales como si fueran los coches de la casa y los pilotos los choferes que están para servirle… Casi casi, los mandan por las tortillas…

Este tipo de decisiones no se toman en solitario… Es evidente que Felipillo y Enriquito se pusieron de acuerdo para comprar el avioncito, aunque el primero nunca lo use. Es mera cuestión de cortesía, de buenos modales o cenveniencias. No olvidemos que, aunque Calderón sólo tiene tres hijos, Peña tiene un montón (entre legales, ilegales y desconocidos): sus necesidades de espacio son diferentes.

Así, Enrique Peña Nieto va a llegar, el primero de diciembre, a su oficina y, entre los inventarios, se va a encontrar… ¡sorpresa!... con un avión nuevecito para ir a donde se le ocurra…

Veinticuatro días antes de navidad… J

¿Viva México?...............

miércoles, 22 de agosto de 2012

Avión presidencial: crimen de Estado

Miércoles, 8 Agosto 2012
por Ricardo Rocha

Si se produce la compra de un nuevo avión presidencial a un costo de 750
millones de dólares, será el peor robo a la nación de todos los tiempos.

Nada hay que pueda justificar un gasto tan monstruoso de nueve mil 800
millones de pesos: equivalentes a 98 universidades a un costo de 100
millones de pesos cada una; 196 escuelas medias de 50 millones; al menos
nueve hospitales equipados de más de mil millones cada uno o 19 mil 600
casas de 500 mil pesos.

Además, los argumentos del señor Poiré y la Sedena son tan irracionales
como ridículos: que urge por la “seguridad nacional y del Presidente”; que
será un Boeing 787 cuyo precio original es de 190 millones de dólares, pero
al que durante tres años le harán “algunas adaptaciones” para entregarlo en
2015 con un incremento a 750 millones de dólares. ¿No es verdaderamente
demencial? Primero, quién les dijo que a los mexicanos nos va la vida en
ello. Además, si es tan urgente, por qué no venden —aunque sea como
chatarra— la actual flota presidencial de 15 aviones y compran, pero ya, un
par de naves eficientes a no más de 100 millones de dólares por unidad y
para uso inmediato.

A ver: el avión más famoso, espectacular y completo del mundo, el
celebérrimo Air Force One, que utiliza el presidente de Estados Unidos —con
todo y su sofisticadísimo equipamiento que hemos visto en las películas—
está valuado en 350 millones de dólares, ¡menos de la mitad de lo que
costará el avión mexicano! Así que uno se pregunta si acaso tendrá un
centro de comando de armas nucleares por encima de Washington y Moscú. O
qué lujos piensan ponerle para justificar tamaña fortuna en “adaptaciones”.

¿No es un dispendio aberrante en un país con 60 millones de pobres?

Con esa compra iremos también derechito al museo de los horrores del
tercermundismo: con el tiranuelo Bokassa y su trono de oro y terciopelo,
cubierto de mink y asándose en los 45 grados de África Central; el
antropófago Idi Amin, declarándose el último rey de Escocia; un narco de
Lamborghini en la Sierra de Sinaloa; el analfabeta Vicente Fox encabezando
un “centro de estudios”; el presidente de un país pobre como México, con el
avión más caro del planeta.

Si alguien cree que exagero, aquí algunos datos comparativos:

— El avión comercial más lujoso que existe es el Airbus A-380 VIP Playing
Palace, de Singapore Airlines para 300 pasajeros, que cuenta con cuatro
suites con cama king size. Está valuado en 220 millones de dólares.

— Le siguen los Airbus A-330 de Air China, que no cantan mal las pekinesas
y cuentan con bar, salas de estar y otras monerías. Cada aparato cuesta 180
millones de dólares y transporta 250 pasajeros.

— En lo que hace a jefes de Estado —aparte del ya comentado Air Force One—
el campeón es el avioncejo del sultán de Brunei; el mismo del palacio de
mil 500 habitaciones y una colección de cinco mil automóviles de lujo;
bueno, pues su artilugio aéreo es un Airbus A-340 para 300 pasajeros, cuyo
costo inicial era de 230 millones de dólares. Para sentirse un poco más
cómodo, redujo el cupo a 110 personas —incluyendo sus 20 esposas— y mandó
hacerle algunos trabajitos como alfombras persas, incrustaciones de piedras
preciosas, jacuzzis y baños con llaves de oro. Las mil y una noches a un
costo adicional de otros 200 millones de dólares, para un total de 430
millones. Ahora, para entripado del señor Sultán, su palacio volante
parecerá un aeroplano de interés social —casi un Flecha Roja con alas—
frente al avionzazo presidencial mexicano, de casi el doble de valor.

— Otros comparativos válidos son las compras recientes de nuestras líneas
aéreas, equivalentes a 750 millones de dólares: Aeroméxico, tres Boeing
737-800, dos Boeing 787-800 y cuatro Embraer; Volaris, ocho Airbus A-319;
Interjet, 15 Sukhoi Superjet, sólo que en este caso pagaron 650 millones de
dólares y les hubieran sobraron otros 100.

Más aún: Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, no tiene avión privado,
utiliza el mismo de 10 pasajeros que sus ejecutivos de Carso, aunque
supongo que tiene preferencia; su hipercuate Bill Gates —también en el
ranking de los más cargados del globo— usa un Bombardier BD 700 de 45
millones de dólares; su socio, Paul Allen, quien es más gastalón, le vendió
en 2011 un equipadísimo Boeing 757 al mítico Donald Trump por la fabulosa
cantidad de 100 millones de dólares; el avión privado del multibillonario
saudita, príncipe Alwaleed Bin Talal, un gigantesco Airbus 380, costó
originalmente 319 millones de dólares, pero como lo bañó de oro y otras
cositas, su precio aumentó 60 millones más, a 379 millones de dólares.

Pues todos ellos parecerán indigentes ante el surgimiento del nuevo,
deslumbrante e indignante avión presidencial de esta dolorida nación. El
más dramático ejemplo de nuestro subdesarrollo. Un insulto a los 30
millones de hambrientos, ocho millones de “ninis”, tres millones de
desempleados y 14 millones de informales. Estamos, por lo tanto, frente a
un crimen de Estado.

domingo, 19 de agosto de 2012

EL JEFE



MEDIANAMENTE INGENIOSO, NO ES GRAN COSA PERO PARA UN DOMINGO EN LA NOCHE, PASABLE