Este Domingo, como otros tantos, compré el periódico para leerlo mientras desayunaba y buscar alguna noticia que comentar, o alguna otra declaración "brillante" que despedazar, o algo que postear en referencia a la temática del blog pero no, no encontré nada, acaso lo mismo, porque no ha pasado nada, ni bueno ni malo, sigue pasando lo mismo...
En vísperas de un bicentenario que están prestos a celebrar los políticos, los poderosos, los dueños de México y por supuesto, la Iglesia Católica (porque el pueblo no tiene mucho que festejar) pasamos demasiado tiempo enredados en todo lo negativo que sucede en el día a día y se nos olvida que también existe "otro" México, aquel en el que la constante es el trabajo, la dedicación, el orden, la honestidad, los valores, la lealtad, el desinterés e incluso el desprecio por el poder, la competencia leal, la capacitación cotidiana, donde el bien común siempre se impondrá ante el bien personal; el México de resultados positivos, donde importan más los demás que uno mismo, donde se puede soportar el hambre y el sueño con tal de lograr el bienestar de los demás, donde la paga es poca, y el quehacer demasiado pero la satisfacción del trabajo bien hecho compensa cualquier carencia, otro México donde se trabaja con lo que se tiene y como se puede para lograr resultados semejantes a los de cualquier país poderoso con todos los recursos.
El México donde la única forma de sobresalir es estudiando y la jerarquía se mide por el conocimiento, y el respeto se gana con la admiración no con la imposición, otro México donde solo se tiene una meta, ser mejor, donde diariamente se avanza aunque sea poco pero se avanza...
El México donde no hay tiempo de equivocarse, ni de tomar malas decisiones, donde la presición es la regla y no la excepción, donde lo bien hecho es la constante.
Ese México del que casi no hablamos, porque, desde hace tiempo se nos ha "pasado" hablar de lo bueno, de aquellos comprometidos consigo mismos, con los suyos y por supuesto con el país...
Los buenos mexicanos también habitan aquí, están por todas partes, se levantan todas las mañanas y salen a hacer que valga la pena vivir en este país y seguramente son más que los malos mexicanos, si no. ¿de que otra forma se explica que esta nación aún funcione?, ¿de que manera es que el país marcha día con día?
A pesar de los políticos, a pesar de los delincuentes, a pesar de los dueños del dinero, a pesar de todos los malos mexicanos, esta nación se levanta todos los días y se niega a descomponerse, se niega a morir, porque hay más, muchos más, que a pesar de todo, todos los días la mantienen en pie, y antes morirán antes por ella...
Ya visitaste el Alterno a Sonoridad.... ahora te invito a Sonoridad Organizada... a ver qué te parece...
ResponderEliminarsaludos y qué buen blog...
:)
S.
A ver... Ciudadano X ¿eres Neurocirujano?, ¿Tu eres el que opera a esa niña? Wou eso si que es nuevo eh?, ahhhhh ok, veo que neurocirugiadf es tuyo.
ResponderEliminarMuy padre el post, y los videos, la canción está hermosa y esa versión nunca la había escuchado......... felicidades
Cierto, este lugar llamado México tiene humanos hermosísimos que lo construyen, lo aman y lo edifican. La lucha se hace, en buena parte, buscando restituir a México lo que le pertenece.
ResponderEliminarLo diré siempre: hay dos funciones. Una individual y personal (la que nos distingue); otra, colectiva y social (la que nos impulsa).
Gracias por el recordatorio.