Finalizaron las 27 horas de encuentro entre el Ejecutivo federal y diversos actores de la sociedad. La consigna principal fue la política de seguridad de Estado
ciudad de México Jueves 12 de agosto de 2010
José Gerardo Mejía y Jorge Ramos Pérez El Universal
21:36
En su cónclave en contra del crimen organizado, el Ejecutivo y gobernadores reconocieron al enemigo, lo señalaron e hicieron propuestas, pero aún no unifican una estrategia común para combatirlo.
Culminaron siete días de encuentros donde la frase más inconclusa, repetida y pronunciada en distintos tonos fue política de seguridad de Estado.
Seis reuniones públicas y una privada, donde nadie admitió egoísmos ni retrasos para hacer la tarea, en medio de distintos lenguajes que desembocaron en el compromiso de enterrar diferencias y trabajar en serio contra la violencia con un viraje de fondo en la política social.
Pactos entre 12 gobernadores que están por irse tras las elecciones de julio pasado, seis más lo harán por los comicios de 2011, es decir 18 de 31.
El gobernador de Veracruz Fidel Herrera dijo que esto va más allá de los sexenios estatales y federales, en coincidencia con el discurso de Los Pinos. De hecho, ya van dos años de diálogo.
El lunes 2 de agosto, cuando comenzó el Diálogo por la Seguridad convocado por el Ejecutivo, en México el contador de muertos relacionados por el crimen organizado llevaba 6 mil 821 en el año.
Al término de 27 horas de pláticas entre el presidente Calderón, mandatarios estatales, líderes partidistas, representantes del Poder Judicial las iglesias, empresarios, académicos, expertos, organizaciones civiles y medios de comunicación la cifra superó 7 mil.
Y la cuenta sigue. En la reunión, el gobernador de Chihuahua José Reyes Baeza comentó que cuando aterrizó en el DF fue informado de un secuestro en Ciudad Juárez y un homicidio más "de los muchos que suceden".
Aún faltan los coordinadores parlamentarios, quienes dejaron para después su participación.
Algunos coordinadores estaban de vacaciones, como el líder del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones. Además, el perredista Alejandro Encinas confirmó que no acudirá a la invitación, como lo hizo el petista Alberto Anaya, ambos cercanísimos a Andrés Manuel López Obrador.
Habló el Ejecutivo y 23 gobernadores del PRI, PAN y PRD, donde Fidel Herrera, se entusiasmó tanto con el tema, que tomó la palabra en dos ocasiones: "Quedamos emplazados a cumplir con la nación", dijo el veracruzano.
Se abstuvieron los mandatarios priístas de Hidalgo, Miguel Osorio Chong; de Querétaro, José Calzada y Ulises Ruiz de Oaxaca, quien levantó la mano, pero solamente para saludar de lejos, por lo que el secretario de Gobernación Francisco Blake lo consideró unos instantes como orador. Ivonne Ortega, mandataria de Yucatán, también alzó el brazo, pero sólo para pedir un café sin crema a una edecán.
Por los mandatarios del PAN, Luis Armando Reynoso, de Aguascalientes; Juan Manuel Oliva de Guanajuato; Héctor Israel Ortiz de Tlaxcala tampoco opinaron sobre el tema de seguridad. En contraste, todos los perredistas que estuvieron en el acto tomaron el micrófono.
El gobernador de Guerrero Zeferino Torreblanca dejó los protocolos de allá por El Malecón y exigió directo: basta de presupuestos con color de partido que dejan medios hospitales y medias carreteras hechas y se preguntó sobre la viabilidad del Procampo.
Solamente faltaron los mandatarios de Baja California Sur, el perredista Narciso Agundez, y de Morelos, el panista Marco Antonio Adame. Otros, llegaron al Campo Marte cuando Calderón iba en la segunda cuartilla, como el gobernador del estado de México Enrique Peña Nieto, el mandatario de Oaxaca y el de Querétaro.
La voz del gobernador de Durango, Ismael Hernández sintetizó el sentir de varios mandatarios cuando subrayó que frente al reto de la inseguridad es inaceptable regatear el respaldo frente al crimen organizado, "verdadera amenaza del estado mexicano".
Al final, los mandatarios, aplaudieron y se abrazaron, como si ya hubieran ganado.
Al final, los mandatarios, aplaudieron y se abrazaron, como si ya hubieran ganado... pues si no ganaron, tampoco perdieron, tristes quizá y probablemente algo preocupado Ulises Ruiz que no tendrá quien le cuide las espaldas cuando dejen la gobernatura por lo que más le vale que ponga en orden sus finanzas, aunque la experiencia indica en que nada pasa en este país, pues los gobernadores no le rinden cuentas a nadie (bueno a su congreso pero habitualmente esta armado por ellos mismos)
Por otro lado, este forito mamón donde aparentemente Calderón se reune con todos los lideres de este país (Iglesia, Partidos Políticos, Gobernadores, Ministros de la Corte, lideres de opinión, etc.) tendrá el mismo resultado de aquel famoso "si no pueden renuncien" donde tras el secuestro y asesinato del hijo del empresario Alejandro Martí, se reunieron (como si antes de eso no hubiera estado el crimen a todo vapor) lloraron, se abrazaron, se pusieron de acuerdo y escucharon, con los ojos inundados de lágrimas aquella frase que les dejo caer el empresario de "señores, si sienten que la vara esta muy alta, ¡renuncien!", ja, ja, si como no ya mero van a dejar su zona de comfort, si son (como dijera mi abuelita) unos ¡cara duras!, además de lo que les costo llegar al hueso.
Calderón dice ¡a tiempo de vencer el crimen! y me pregunto, ¿el creerá eso?
Peña Nieto quiere más dinero ¡pues como no, si el 2012 esta a la vuelta de la esquina!
Que urge depurar policías dicen los Gobernadores, ¡vaya que descubrimiento!, ¡si por ahí debieron haber empezado!!!
No es que sea pesimista, no por favor no se vaya a pensar esto, ni tampoco que no tenga inmensos deseos de ver al país en el que nací y vivo salir de esta pesadilla, ¡vaya que lo deseo!, es simplemente, que Calderón se caracteriza por fingir escuchar a los demás, pero al final de cuentas hará lo que su testaruda cabeza le indique, (o lo que sus cuates del ITAM le sugieran), y aunque los panistas defiendan a Calderón diciendo que se ha abierto al dialogo, en realidad a mi me parece que el sujeto lo que pretende es embarrar a cuantos pueda con la única intención de que lo apoyen en su estupida guerra que por ningún motivo, esta dispuesto a modificar, al tiempo...
El periodo presidencial era de 4 años cuando Álvaro Obregón llegó al poder y dijo:"Cuatro años son muy pocos para gobernar; se pasa uno los primeros dos años apaciguando a los resentidos que no pudieron llegar al poder y los últimos dos años frenando a los ansiosos que quieren llegar; por eso es mejor que el periodo presidencial sea de seis años , de esta manera tendremos los dos años de en medio para gobernar". Cuando termine el presente año, Calderón se habrá gastado sus dos años de en medio y los dos siguientes serán para controlar a las jaurías (incluída la panista), que quieren llegar a las Silla, así que nada más tiene de aquí al 31 de diciembre para resolver el problema de la inseguridad, que la verdad sí es posible , pero haría falta un Presidente menos proclive al amiguismo, que cambiara al Procurador, al Secretario de Seguridad Pública y que hiciera una revolución administrativa en las policías y el sistema de justicia, como Calderón no tiene esas miras, la conclusión lógica es que el problema de inseguridad no sólo no se resolverá sino que se agravará.
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