Ahora, a dos meses, la USE ha suspendido sus actividades en escuelas y la familia de la víctima busca llevar ante la justicia a las autoridades involucradas.
Todo ocurrió el 17 de mayo en una feria de salud y prevención del delito en el Cetis 29, en Cuajimalpa.
Jazmín, profesora de informática, subió a la tirolesa que instalaron los policías, pero a la mitad del camino la línea de anclaje que sostenía a la cuerda se fracturó y ella cayó de 2.5 metros. Cinco días después, falleció por traumatismo craneoencefálico severo.
El abogado de la familia, quien pidió omitir su nombre, dijo que no se proporcionó un casco a la maestra, la tirolesa no contaba con una segunda línea de anclaje y no había presencia de paramédicos.
Tres agentes de la USE fueron removidos de sus funciones mientras se determina su situación jurídica.
Se apaga sonrisa de Jazmín
Jazmín Jiménez era la profesora más bonita de la escuela y a sus alumnos siempre les regalaba una sonrisa, pero todo cambió cuando cayó de la tirolesa que instaló la Policía del DF.
La tragedia cortó las ilusiones de Jazmín para formar una familia y crecer profesionalmente.
"Jazmín era la chica más bonita del plantel, era la maestra guapa, la que a todos les regalaba una sonrisa y tenía la intención de formar una familia, desgraciadamente eso se lo impide.
"Tenía 29 años, estaba llena de vida, con muchas ganas de vivir; se acababa de casar hace 11 meses y tenía poco más de un año de laborar en el plantel", comentó el abogado de la familia de la maestra.
A dos meses de la tragedia, el equipo legal de la profesora en informática está preparando los elementos para llevar ante la justicia a las autoridades involucradas en la organización del evento, pues las evidencias que han recabado muestran omisiones en las medidas de seguridad.
Una de las anomalías detectadas fue que sólo declararon ante el Ministerio Público tres agentes de la USE, identificados como Mario Eduardo Olvera Cedillo, Érick Rey Mendoza González y Emmanuel Matus Paredes, aunque de los otros dos no se sabe nada.
Para el abogado de la familia Jiménez, la tragedia se pudo evitar si se hubieran seguido medidas preventivas, como la utilización de cascos, la presencia de paramédicos, la instalación de una línea extra de anclaje, así como la utilización de equipo nuevo.
Además, de acuerdo con el abogado, la directora del plantel, María Inés Plata Rodríguez, declaró ante el MP que no era necesaria la presencia de una ambulancia.
En tanto, Remedios de Jesús Hernández, representante de la Jefatura de Gobierno y quien fue el enlace para enviar a los agentes de la Policía a la escuela, señaló que no le solicitaron el equipo de paramédicos, según la averiguación previa FCJ/CJ-2T2/ 0377/1105.
Si esto ocurre en un simulacro, no quiero imaginarme lo que puede ocurrir en una situación real de desalojo, al menos la muerte de esta joven profesora pone al descubierto el nivel de quienes Marcelo Ebrard pone a cargo de la seguridad escolar.
Es impensable realizar un simulacro de estas características sin las mínimas reglas de seguridad, y eso solo puede ocurrir, si quien se encarga de llavarlo a cabo es un simio para quien la vida humana no representa ningun valor, alguien sin la´menor instrucción en el area para la cual fue designado, esto pasa cuando quienes designan a los encargados de seguridad, estan ahí por su estrecha relación con los gobernantes en turno y no porque esten capacitados para el puesto, porque para los gobernantes como Ebrard, la calificación para el desempeño de actividades profesionales dentro de su gobierno no es algo relevante tal como queda de manifiesto en este lamentable suceso y tal como se puede verificar al ver quien está al frente de los Hospitales y de las jefaturas de servicio de los mismos que dependen de la secretaría de salud de su gobierno, incluso la contratación de Neurocirujanos en dichos Hospitales no es algo importante, baste ver la carencia de estos especialistas en los mencionados, y el trato que reciben los pocos que laboran en ellos.
Pero este suceso (que por cierto, se trató de ocultar al máximo) no es algo que importe mucho al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien está más preocupado por conseguir su candidatura a la presidencia, que en corregir las anomalías de las que está repleta su administración donde por cierto, lo único que funciona como reloj son las grúas (de su hermano por cierto) y las cajitas registradoras de velocidad del 2° piso, eso si, sus maquinitas de dinero (para su anhelada campaña) no fallan, por lo demás, pues que más da, la seguridad no es precisamente su preocupación...
…...”para quien la vida humana no representa ningún valor,”
ResponderEliminarEstas palabras, sacadas del contexto de su artículo, son la verdadera esencia del problema.
Llevamos muchos años conviviendo con la muerte en todas sus formas posibles: asesinato, masacre, violencia callejera, extorsión, drogadicción y negligencias, sólo para citar algunas. Pero es curioso constatar que las muertes por negligencias no tienen el mismo tratamiento por las autoridades que tienen otras de diferente origen ¿es que acaso la muerte de la maestra es menos importante que la de un joven extorsionado o la de un narcotraficante? Parece que el de la maestra no tuviera el suficiente impacto mediático que tanto necesitan los políticos. El silencio de esta noticia lo corrobora.
Pero lo esencial sigue siendo, tristemente, el poco valor que se le otorga a la vida de los ciudadanos por parte de aquellos que tienen la obligación y el deber supremo de velar por la seguridad y protección de cada mexicano, sin dejar de mencionar la resignación de familiares de las víctima y de toda la sociedad que se acostumbran cada día más a que esto es algo irremediable.
¿Cómo es que nos podemos acomodar a una realidad tan estremecedora? ¿Cómo es que no se ha desencadenado un movimiento nacional de indignación y repudio en nuestro país? ¿Quiénes mueren, en México? Mueren siempre los otros: los pobres, supongo, los jodidos de siempre, los olvidados y, naturalmente, todos aquellos que “se han buscado” su propia muerte porque andan en malos pasos o aquellos que dignamente trabajan. Pero en estos últimos tiempos han comenzado también a ser matados individuos mucho más visibles: el hijo de un poeta, la valerosa madre de una joven asesinada y personas que, por su posición irremediablemente privilegiada en un país marcado por una desigualdad social indecente, no pueden ya ser ignoradas. El silencio de la muerte de la maestra tiene muchas lecturas.
Pero es justo destacar también que hay muchos mexicanos decididos a proteger y salvar la vida de otros sin importar sacrificios. Este vídeo es aleccionador:
El valor de la vida: México tiene esperanza - Vica.com vídeos- México - http://www.tvazteca
Monterouge
Solo piensen esto; si no ha sido ella pudo igual haber sido un estudiante (sobre todo para aquellos que han comentado en "otras notas" que para que se le ocurrio proponerse ella misma. Ah si, y tambien para sus supouestos alumnos que tanta burla hacen de algo tan tragico; - Hijo pudiste ser tu o alguien a quien apreciaras!
ResponderEliminartodo esto se pudo prebenir con mas seguridad y le maestra estaria aorita en la escuela dando clases o con su familia
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