Es típico de los gobiernos fallidos la fabricación de Chivos Expiatorios para suplir las deficiencias en su aparato de impartición de justicia, llevamos varios meses escuchando que han "capturado o abatido" a 20 de los 37 delincuentes más temibles del mundo, anuncios del "gobierno del presidente de la república" que lejos de colocarlo en un lugar aceptable lo hace ver cada vez más como lo que es, un inepto.
También es frecuente la presentación de algún pobre infeliz desarrapado como el temible y feroz jefe de la plaza, de quien sabe donde o el importante lider de una célula de sicarios o como el cabecilla de una banda de secuestradores, etc. pero baste ver el aspecto de estos pobres miserables y descubres que no se trata sino de un montaje, de un infeliz que se robo un bolillo pero que el gobierno te lo quiere vender como el gran triunfo de su guerra, que más que eso parece ya una disputa de plazas entre dos bandas delincuenciales, la de FECAL y la de los otros.
En este caso, no hubo excepción al "modus operandi" del FECALIATO toda vez que tras la indignación generada por el asesinato del hijo del periodista y poeta Javier Sicilia y con el afán de mostrarse asertivos muestran a este pobre infeliz en un comunicado contradictorio, aterrado y con una historia memorizada a punta de chingadazos que lejos de calmar el clamor popular, no hace sino exasperar más la indignación al tratar la infamia con otra igual o más abominable.
Ni en un jardín de niños podrían vender a este pobre diablo como responsable que no sea de robarse una tortilla, pero eso es lo único que estos oligofrenicos pueden ofrecer, por lo demás, solo queda cuidarse de no caer en las manos de ninguno de los dos bandos.
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