sábado, 11 de diciembre de 2010

EL NEGOCIO DE LA FE

No tengo nada en contra de la fe, de hecho creo que es lo único que muchos mexicanos tienen, lo que me revienta las pelotas es ver el lucro que hacen los jerarcas de la iglesia católica con las creencias de la gente. La virgencita de Guadalupe no necesita que le lleven flores, ni que le depositen dinero en las urnas de la basílica, ni que le compren adornos, ella es una deidad celestial y no ocupa de nada de eso, pero la gente (que no tiene que comer) cree que de esa manera alegran a su madrecita y serán favorecidos en el año con salud, amor y dinero.
El estandarte de la Virgen es en muchos sentidos, la segunda (si no es que la primera) bandera de México, fue usada por el Padre de la Patria para iniciar la guerra de independencia, y luego por los cristeros y por muchas razones la imagen de la Guadalupana representa pues, al pueblo "bueno" de México y esto es algo que forma parte de la identidad del mexicano, pero también es un gran negocio para los vivales de la iglesia católica y otros tantos grupos de poder como Televisa y TV azteca que ni tardos ni perezosos organizas todo un montaje para llevar las mañanitas a la virgencita y producir dos que tres programas explotando el tema, manipulando a la chusma y obteniendo ganancias de una u otra manera.
México recibe en la basilica de Guadalupe la mayor cantidad de peregrinos en todo el mundo, muy por encima de "La Meca" y hay que ver que los Musulmanes son recios en materia de obligaciones religiosas, pero aquí, nos volamos la barda. 20 millones de peregrinos al año, llegan con las rodillas sangrando, cargando imagenes de la santísima, chamacos, el perico y hasta el anafre, la gente llega de todos lados, la gran mayoría de estrato socioeconomico bajo (los únicos acomodados que llegan son los príncipes de la iglesia y los artistas a cantar las mañanitas), algunos a dar gracias y otros tantos a pedir.
Cada año perecen decenas de personas y otras tantas quedan heridas en accidenyes generados por las peregrinaciones, por falta de precaución, en buena medida de los mismos dévótos que invaden las vialidades y las vías rápidas así como las autopistas, y esto sucede, año tras año, más lo que nunca he visto, es que la virgen le resuelva los problemas a nadie, pero en fin, ese es asunto de la gente que se lanza por los caminos, y debo decirlo porque me consta, la gran mayoría por un impulso fanático mas que por una ideología fundamentada aunque otros tantos lo hacen (a su propio decir) por costumbre, porque visitan a la virgencita desde niños, asi pues que en resumen, la Guadalupana goza de mayor populariad que el propio Dios que no resulta tan buen negocio como su madre...
Desde que Fray Juan de Zumarraga se aventó la puntada de equiparar las creencias de los oriundos nacionales con la fe católica a través de la aparición de la morenita del Tepeyac, hasta la fecha las cosas no han cambiado mucho, la gente se sigue tragando el cuento de la aparición y ya hasta canonizado esta el indio Juan Diego de quien no hay mucha evidencia histórica de que haya existido, pero en materia de hacer santos, no hay necesidad de verificar mucho, solo hace falta que sea negocio...
Se jactan los prelados que la Virgen de Guadalupe puede lograr lo que nada en este país, ni los partidos políticos, ni las organizaciones sociales, ni nada, el poder de la Virgen es ilimitado, pero si revisamos con calma que otras cosas tienen sendo poder de convocatoria, veríamos que en segundo termino tenemos al fútbol que también tiene buena taquilla, y es que en este sentido, diríamos que en un pueblo como el nuestro, cualquier cosa que te haga sentir "esperanza" tendrá cabida en nuestro corazón, y eso es por la falta de valores con la que crecemos y vivimos, y si un futbolista podría representar la razón de nuestro existir imaginate nada más lo que significa la mismísima madre de Dios...




Somos una nación muy pobre en todos los sentidos, y nos aferramos a un mito por tener algo, porque tener algo es mejor que no tener nada, somos como lo dije antes, una nación timada, engañada, pero nada importa, después de todo, sin nuestra (¡porque es nuestra!) virgencita solo seríamos unos huerfanos desamparados y sin rumbo cuya existencia no tendría razón de ser, no tener a la virgencita, sería como no tener madre






Así pues que jubilosos vamos a la basilica a dar gracias por los favores recibidos y a solicitar nuevos, firmes en nuestra creencia de que la guadalupana habrá de interceder por nosotros con el altísimo para que mejore nuestro destino, seguiremos solicitandole trabajo, que se acabe la inseguridad, que se cure la abuelita o que el hijo deje las adicciones, en fin todo lo que nos atormenta habremos de pedirle que lo aleje, si sucede, pues le damos gracias, y si no, pues habrá que insistir el próximo año...









3 comentarios:

  1. Creo que no te entendí bien. Tú dices 20 millones de peregrinos a lo largo de todo el año, es decir, no es que el 12 se apiñen alrededor de la basílica todas esas personas, sino durante todo el año, ¿no es así? Leyendo la prensa electrónica (Universal, Publimetro), las estimaciones hechas para este año -para el 12- oscilan entre los tres y seis millones –algunos hablan de un millón. No sé bajo qué criterio hagan el conteo y cuál sea el margen de error. Pero, bueno, de todas maneras es muchísima gente. Me encantaría hacer que esa misma gente, en tropel, se reuniera en esa misma cantidad y con esa misma convicción en aras de buscar un consenso, algún plan de acción que depure a este país de los filibusteros que le carcomen… pero no es casual (blá, blá, blá) que esos mismos ladrones sean, precisamente, quienes azuzan esta fe ciega en los devotos de esta imagen, la Guadalupana.

    Y comprendo por qué es necesario para muchas personas el poseer una vida espiritual y comprendo que ejerzan eso. La necesidad de alguna verdad espiritual no debería, sin embargo, estar peleada con el ejercicio reflexivo en otros ámbitos. Para mí es bien difícil opinar sobre estas cosas porque muchas otras entran en juego (antropológicas, culturales, sociales, etc.) y es bien difícil opinar sobre esto sin parecer reduccionista o sin parecer que atacas a las personas cuando ése no es, empero, el fin. Pero, bueno, esta vez no me hago mordaza como otras veces acostumbro y me permito opinar.

    Un abrazo,
    Eleutheria.

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  2. El asunto es complicado, pero tiene dos aspectos: por un lado la real y ancestral peregrinación que los indígenas hacían al cerro de Tepeaquilla (Tepeyac)para venerar a Tonanzin-Cihuacóatl, y por otro, el cuento de las apariciones.

    Se sabe que el proceso de evangelización no fue fácil y que los antiguos mexicanos conservaron muchas de sus tradiciones aun a despecho de lo que les imponían los primeros misioneros. De hecho, Sahagún reconocía que pese a sus esfuerzos por alejar a los indios de sus idolatrías "si se les dejara a sus solas" en unos años volverían a ellas sin recordar los mandatos de la fe católica.

    Por eso también los primeros misioneros se oponían a que el culto a Guadalupe se instaurara en el Tepeyac, pues sospechaban, con razón, que los indios lo aceptaban porque en realidad ellos, en su espiritualidad interna, a quien seguían en su devoción era a Tonantzin (nuestra madre).

    Lo de las apariciones fue inventado hasta 1648, cuando se decidió que tuvieron lugar en 1531. Tan fue un invento, que nadie habló de ellas en ninguna referencia que en esos años se hizo al culto de Guadalupe, figura, por cierto, inspirada en la Guadalupana de Extremadura, España, de donde procedían Cortés y la mayoría de los expedicionarios que lo acompañaban.

    Incluso, en la visita que al cerro hizo algún virrey recién llegado, sólo se le indica que ahí los indios veneran a la figura de una virgen aparecida entre los peñazcos, pero sin aludir mayormente al hecho de las apariciones. Si esas hubieran tenido lugar, múltiples menciones hubieran originado en otros muchos escritos, noticias y discursos de la época.

    Se sabe, además, que la imagen fue pintada por un artista indígena, que los había entonces y muy buenos, llamado Marcos, al cual se la inspiraron tomando como modelo lo que dice el Apocalipsis 12 de la Biblia: "Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies...Está embarazada y grita de dolor...".

    En efecto, eso coincide con la imagen de "la morenita del Tepeyac", la cual también está embarazada, como lo simboliza el cordón que pende de sus manos.

    Como se ve, la devoción por acudir al cerro del Tepeyac viene de lejos, de ahí la costumbre de nuestro pueblo por acudir el 12 de diciembre. Lo de las apariciones fue acuñado después y, en efecto, sirvió desde aqueños años para engordar las arcas de la iglesia con las limosnas que la gente deja.

    Y hasta aquí porque ya me he extendido y no se trataba de escribir un post. Saludos!

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  3. Apreciable Eleutheria, estimado Jaime Alejandro Rosales D., antes que nada agradecerles el tiempo que se tomaron en leer la entrada y dejar su valiosisimo comentario.
    no es mi intención criticar a las masas que se vuelcan paranoicos a la convocatoria religiosa, pero si me era necesario expresar mi repudio a la manipulación que se hace de ellos, si me cuesta quedarme callado ante la indignación que siento por este hecho. Coincido en que sería fantastico ver al pueblo unido con fervor en torno a las injusticias que se cometen, 20 millones gritando que no estamos de acuerdo con que más de 50 niños se hayan quemado vivos en la guarderia ABC en Sonora y que no se castigue a nadie, eso hubiera sido memorable, pero no, somo un pueblo de borregos sometidos a la Virgencita, al Futbol, a las Novelas y a las fritangas, y eso, eso me entristece mucho...

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