EDUARDO FERRER
El presidente del Consejo Ciudadano de Tancítaro, Gustavo Sánchez Cervantes, y el consejero ciudadano de Asuntos Agropec
uarios de esa demarcación, Rafael Equihua Cervantes, fueron asesinados a pedradas.
Los cuerpos de ambos funcionarios fueron encontrados con las cabezas aplastadas, los ojos vendados y las manos atadas en una brecha cercana a la comunidad indígena de Angahuan, perteneciente al vecino municipio de Uruapan, a unos metros de una camioneta Ford Lobo color blanco, con placas de circulación MZ03578.
Al cierre de esta edición, ni la Secretaría de Seguridad Pública ni la Procuraduría General de Justicia dieron a conocer el posible móvil del crimen o el rumbo que estaban tomando las primeras pesquisas.
Sin embargo, la PGJE reveló que no se sabía nada de los funcionarios asesinados desde el sábado pasado, pero que ninguna autoridad de Tancítaro ni los familiares denunciaron la desaparición.
En una entrevista concedida a la radio local, el procurador Jesús Montejano Ramírez manifestó su “preocupación” porque las ca
racterísticas del crimen son “muy diferentes” a las utilizadas por la delincuencia organizada.
De acuerdo con información proporcionada por la Procuraduría, los agresores dejaron caer rocas de unos 20 kilogramos de peso sobre las cabezas de las víctimas a una altura de alrededor de metro y medio.
Tancítaro –municipio de alta producción aguacatera enclavado en la zona indígena de Michoacán, en el que habitan unas 26 mil personas– quedó envuelto en la violencia del crimen organizado desde hace unos seis años, y ha resentido decenas de ejecuciones, levantones y secuestros.
La zona se caracteriza además por el alto número de conflictos por la posesión de la tierra. Incluso, el 4 de agosto pasado, comuneros de Angahuan secuestraron por espacio de tres días a una decena de personas a manera de presión para que las autoridades agilizaran las investigaciones referentes a la desaparición de Jesús Galván Bravo, ex jefe de la tenencia y cuyo paradero es una incógnita desde el 24 de junio de este año.
El 4 de diciembre del 2009 el entonces alcalde de Tancítaro, el perredista José Trinidad Meza Sánchez, así como el síndico Virgilio Sánchez y los regidores Mario Medina, Atanasio Gutiérrez, Adelita García, Martín Nambo, Paula Díaz, Octavio García y Alejandro Reynaga, presentaron ante el Congreso local su renuncia con carácter de irrevocable por temor a la delincuencia organizada.
Una semana después, y ante la
negativa de los suplentes para relevar a los funcionarios que dimitieron, el Congreso determinó nombrar un Consejo Ciudadano que hiciera las veces de máximo órgano de gobierno. Al frente del mismo quedó Gustavo Sánchez Cervantes, profesor de primaria de 36 años de edad y conocido taekwondoín de la región.
Poco después, el 8 de enero de 2010, Sánchez decidió cesar a los 60 elementos de la dirección de Seguridad Pública. El funcionario se negó a precisar los motivos de los despidos, pero ese mismo día el Ejército Mexicano y la Policía Federal se hicieron cargo de la seguridad en el municipio.
Se trata del tercer alcalde michoacano asesinado en lo que va del cuatrienio. El primero fue el edil priísta de Villa Madero, Marcelo Ibarra Villa, quien fue ejecutado el 1 de junio de 2008 por un grupo de desconocidos que lo emboscaron cuando se dirigía a su casa. Menos de un año después, el 24 de febrero de 2009, un comando armado ejecutó al también priísta Octavio Carrillo Castellanos, presidente municipal de Vista Hermosa.
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En este mismo momento se llevan a cabo los funerales de este joven alcalde que ni la debía ni la temía, solo lo entorilaron para hacerse cargo de un municipio que nadie quiere dirigir.
No se si exista alguna declaración por parte de Calderón más allá del comunicado oficial que sale en automático donde "se condena el artero crimen y se envía condolencias a la familia" firmado por la Secretaría de Gobernación.
¿Por que la saña?, 11 presidentes municipales asesinados en la administración de Calderón, ¿hacia donde va esto?, ¿cual es el mensaje?, dicen los analistas que el crimen organizado no ejecuta de esta manera, ¿entonces? ¿fue obra del crimen desorganizado?
Alejandro Poiré vocero del gabinete de seguridad dice que los presidentes municipales amenazados tendrán seguridad (alguien le creerá)
Requerimos que los encargados de la procuración de justicia empiecen a hacer su trabajo, esto que esta sucediendo es inaudito, antes eran gentes comunes y corrientes las que morían en estos ajustes de cuentas, ahora son candidatos a gobernadores, funcionarios municipales, alcaldes, y de continuar este esquema, se dará cabal cumplimiento al término "escalada" de violencia y en este entendido los gobernadores empezaran a ser atacados porque quienes hacen esto, no tienen limite.
Antes de la declaratoria de guerra de Calderón al narcotráfico, estos se mantenían con un perfil bajo, querían pasar desapercibidos, no molestaban a quienes no se metían con ellos, solo distribuían su droga a quienes se las solicitaba por lo que los ciudadanos comunes y corrientes no nos dábamos por enterados, ahora todos estamos expuestos al fuego cruzado y como ya es una guerra declarada, pues ahora los delincuentes quieren las plazas.
El gobierno federal insiste en que por las detenciones de alto impacto, los carteles se encuentran sumamente debilitados y es evidente que se les está ganando la guerra, pero ¡coño!, tenemos mucho tiempo escuchando lo mismo y la violencia sigue creciendo.
Lo dicho, esto no se acabará hasta que se larguen del gobierno FECAL y sus secuaces...
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