sábado, 3 de julio de 2010

Armas contra la pobreza


El gobierno federal fortalece sus programas de seguridad para controlar la creciente conflictividad social; esta estrategia incluye el Plan México, negociado entre el presidente Calderón y el gobierno de Estados Unidos para combatir supuestamente al crimen organizado.

Ante el incremento de los índices de pobreza y marginación, ocasionado por el declive económico, el gobierno federal responde aumentando la influencia de organismos de seguridad propios y extranjeros.
Se pretende ampliar el control político-militar de la creciente inconformidad social en México, conforme al esquema previsto hace décadas para el país y América Latina por analistas de seguridad estadounidense que, además, admitían que el combate contra el narcotráfico podría utilizarse contra la insurgencia.
El actual modelo económico profundiza el despojo, no sólo del salario y del bienestar de millones de mexicanos, sino de los recursos naturales y del espacio. En ese marco se insertan la represión en Acteal, Chiapas, y la APPO en Oaxaca, así como las recientes reformas al artículo 139 del Código Penal Federal para combatir al terrorismo, el intento de derogar la Ley de Neutralidad y la creación por decreto del Cuerpo de Fuerzas de Apoyo Federal.

De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) este cuerpo especial, bajo mando del Ejecutivo, “coadyuvará en el combate a la delincuencia organizada y aquellos actos que atenten contra la seguridad nacional; además, apoyará la restauración del orden”. Sus unidades estarán adiestradas en manejo de “situaciones críticas de perturbación o alteración de la paz social y seguridad pública, cuya finalidad será el restablecimiento del orden y del Estado de derecho”.

Tal como ha ocurrido en Colombia, bajo la cobertura de combate al narcotráfico se monta una estrategia de lucha contra la población y las guerrillas. El Plan Colombia, articulado por Estados Unidos, fue un fracaso que se reeditará como el Plan México contra la delincuencia organizada. Mucha asistencia militar a cambio del control de la disidencia.

En el fondo de esta situación está un sistema económico que se resquebraja. La política que hizo crisis en el gobierno de Ernesto Zedillo es la misma que cruje desde 2007.
John Saxe Fernández, académico y coordinador del programa México en el siglo XXI de la UNAM, dice que el esquema económico actual “agrede brutalmente, con los programas de ajuste estructural, a la clase campesina, sobre todo a los indígenas, a los pequeños productores y a la pequeña y mediana industria”.
El investigador hace una similitud entre Zedillo y Calderón, y la forma en que ambos enfrentan los problemas financieros y económicos recurriendo al Ejército.
“Apenas llegó Zedillo a la Presidencia, su primera medida fue montar una gran ofensiva militar. Llegó muy debilitado al poder, pues era producto del manejo electoral que hizo un usurpador como Carlos Salinas”.

Para Estados Unidos siempre ha sido importante tener en México a un presidente débil, “porque Calderón, como Salinas, también es producto de una usurpación militar”, describe Saxe.
Con Zedillo se hizo el primer reclutamiento de los cuerpos paramilitares en el norte de Chiapas y luego hubo grandes operativos de vigilancia e interdicción de droga. Fue entonces cuando surgieron los Grupos Aerotransportados de Fuerzas Especiales (Gafes) y al mismo tiempo se incrementaron las transferencias de equipo y servicios militares de Estados Unidos a México.
Entre 1994 y 1995 aumentó la asesoría militar de kaibiles guatemaltecos y miembros de la ex dictadura argentina al Ejército Mexicano para combatir la rebelión zapatista. En este sentido, Saxe destaca que esas armas y entrenamiento son perfectamente funcionales a las tareas de contrainsurgencia.

“Insisto en la importancia de comprender que el narcotráfico es una cubierta para operativos de contrainsurgencia”.

Pobreza, problema militar
Hoy como hace 20 años, cuando estalló la crisis de la deuda externa en el país, y como hace una década cuando el zapatismo fustigó la firma del Tratado de Libre Comercio, resurgen las fuerzas especiales con la misión de controlar la protesta social.
“Ellos están conscientes de que la política económica genera problemas de seguridad y se convierte en un problema militar”, apunta Saxe, experto también en el impacto de la globalización.
Para Gian Carlo Delgado, doctor en Economía Ecológica por la Universidad de Barcelona, “bajo la cubierta de que se combate al narcotráfico, se permite a la nueva legislación categorizar a cualquier disidencia como ‘terrorista’. Como en Colombia, donde los equipos que entrenaron a las fuerzas armadas también formaron a los paramilitares, ahora centran su mirada en el Plan D-N II, el plan de seguridad interior para México”. Sólo una vez el gobierno recurrió a ese plan, en 1994, para combatir al EZLN.
Para ambos analistas la militarización contiene las protestas sociales. Así también lo previó en 1995 el coronel Warren D. Hall III, miembro del equipo del general Warren Mc Caffrey, ex jefe del Comando Sur estadounidense y más tarde responsable de la oficina antidroga en la administración Clinton, en una misiva a su superior:

“Es poco realista esperar que los militares limiten el uso del equipo y operaciones contra los narcotraficantes, a la luz de las habilidades que les transmiten las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos en su adiestramiento, para misiones de contrainsurgencia”.
Nydia Egremy
Fuente:
http://www.contralinea.com.mx/archivo/2007/junio/htm/Plan_colombia_mexico.htm



La defensa de los intereses del poder, lleva implícito el control de las masas, y el control del descontento social, es claro el extracto del articulo llamado "Plan Colombia para México" que data del 2007, poniendo de manifiesto que nada hay de casualidad en lo que más que descomposición, parece un proceso de reacomodo de las cúpulas del poder donde se plantea como tesis la preparación del estado mexicano ante la posible ola de manifestaciones de la población por las medidas económicas que tienen como único objetivo otorgar el poder a un muy reducido grupo que de ninguna manera estará dispuesto a compartirlo, y mucho menos a redistribuirlo de forma más justa, después de todo, lo justo es lo que ellos determinan.



Pero lo que al parecer inicia como un pretexto (la lucha contra el narco), parece que ha tomado vida propia, porque si bien es cierto que el artículo destaca que la lucha contra la criminalidad les da pauta para criminalizarlo todo, cualquier movimiento social, cualquier disidencia, cualquier sindicato no alineado, etc., también es cierto que el monstruo de mil cabezas los empieza a acechar, los empieza a cercar, los está acorralando.
Para el aparato del poder (partidos políticos, monopolios, empresarios, etc.) el modelo económico actual es el ideal para el mantenimiento de su "status quo", basado en la desigual repartición de la riqueza, los programas sociales solo son un paliativo para una problematica gigante que amenaza permanentemente en estallar, sin embargo la apuesta no es a la resolución de los problemas reales como son el hambre, la desigualdad social, el analfabetismo, la falta de un sistema de salud digno, la apuesta en todo caso es estar preparado para aplastar cualquier movimiento social de forma demoledora por incipiente que este sea.


Y tal como si fuera una provocación, gustan de fanfarronear en las revistas de culto a la frivolidad, en un pueblo donde el desempleo, la ignorancia el hambre y la miseria son la constante, no se reservan su derecho a la discreción, les gana el ego (para que se quiere ser monarquía si no se puede saborear), lucen sus rostros abotagados de filete y champagne, sus hermosos hijos e hijas departiendo radiantes de alegría en los antros de moda, posando para la cámara de sociales para ser distribuidos en todos los puestos de revistas donde toda la chusma que come tacos en los puestos callejeros pueda enterarse aunque sea en portada, gracias a quien se mueve su país.


La desigualdad y el resentimiento social son un buen caldo de cultivo para los estallidos sociales, aunque parece que los dueños del poder (los mismos desde hace 200 y 100 años incluida la Iglesia católica) ya estudian en que han fallado en el pasado, y por supuesto que no es en la falta de mejoras de las condiciones sociales, para ellos esa no es la falla por la que se han visto sacudidos anteriormente, a su modo de ver, la falla ha consistido en no haber aplastado los movimientos sociales de forma contundente y a tiempo, y en vísperas de los festejos del bicentenario de la independencia y el centenario de la revolución, no piensan repetir los mismo errores y habrán de preparar el terreno para la conmemoración con un país bañado de sangre y sumido en el terror, claro, eso si es que los narcos no les dan una sorpresa...

4 comentarios:

  1. Soy de la idea de que para entender lo que ocurre en México y, en general, en cualquier país, debe hacerse la lectura de lo nacional situándonos en el contexto internacional vigente y ésto –quizá- es hoy más que nunca cierto porque, como resultado de un acontecer histórico que requiere de un profundo y concienzudo estudio, el mundo está ordenado hoy con arreglo a un paradigma globalizador que no hace sino supeditar a los estados nacionales a los intereses de: 1) Las grandes corporaciones internacionales y 2) Las naciones hegemónicas. Todo ésto institucionalizado –el nuevo orden imperante- vía los organismos internacionales (ONU, OTAN, OCDE) y vía los acuerdos y tratados internacionales (NAFTA, tratado de no proliferación de armas nucleares, etc.) que, finalmente, van quedando reflejados en la conformación de aliados regionales (Unión Europea, ASPAN, ALBA, Eurasia, etc.) cuya finalidad última es un acceso expedito a la mayor cantidad de recursos disponibles en el planeta. Teniendo ésto presente, es menester entender –leyendo, informándose- que México es hoy un protectorado estadounidense: no sólo una veta rica en recursos, sino una zona estratégica en tanto corredor libre a la América del Sur. Por éso, lo que suceda en política en este país, en economía, socialmente, culturalmente, moralmente viene predeterminado –aunque ésto tampoco es una fatalidad- por las consignas que desde Washington son dictadas a nuestros gobiernos apátridas. Por éso en 2006 la Elección fue un fraude (había qué garantizar las reformas necesarias en materia energética para que petroleras como “Halliburton” pudieran operar, libres de regulaciones, los hidrocarburos del país, etc.), por éso se ha echado a andar el siniestrísimo “Plan Mérida” -émulo del “Plan Colombia”- en México, por éso se libra hoy una supuesta batalla contra el narcotráfico, batalla que no es sino la forma de control más eficaz, por parte de EUA, sobre lo que ocurra en nuestro país. Por éso ha muerto tantísima gente, porque lo que se está jugando aquí no nada más afecta o beneficia a los oligarcas nacionales –esa mafia- sino que trastoca intereses de envergadura internacional y pone en crisis al nuevo orden mundial imperante. Desafortunadamente, esta vulnerabilidad no es privativa de México porque México –como se sabe- no es el único país del mundo rico en recursos, sino uno de los tantos países-proveedores de las llamadas naciones y corporaciones mundiales que hoy, en muchos sentidos –que no en todos- ejercen un fuerte dominio sobre nuestro planeta.

    Aunque todo ésto, de entrada, pueda sonar muy aterrador, también soy de la idea de que sabiendo e informándonos al respecto es como, realmente, podremos impulsar un cambio. Con los ojos abiertos y la mente despabilada, los ciudadanos del mundo estaremos en capacidad de rechazar este modo de proceder asesino, tanatoide, digno de idiotas.

    Mi pequeña voz,
    Eleutheria.

    P. D. Ciudadano, se ve bien así tu blog.

    ResponderEliminar
  2. Y entonces que son las elecciones? en realidad los ciudadanos elegimos algo o solo legitimamos a quienes ya decidieron por todos, las mismas cochinadas de siempre, nosotros solo somos peones de este sistema partidocrático donde te dicen: "Puedes elegir, pero de entre estos tres", ¿en realidad elegimos algo?
    Deberíamos fomentar nuevamente el voto en blanco o anulado para que sepan que los repudiamos y que no legitimamos nada de sus porquerías.
    200 años de independencia y 100 de revolución donde los mismos siguen gobernando y donde el pueblo sigue igual o peor que antes.
    En efecto, el aparato está diseñado para salvaguardar los intereses de los poderosos, los politicos, los empresarios monopólicos, los sindicatos y su único contrapeso, la delincuencia organizada, los únicos capaces de disputarles el poder, pero no hay mucha diferencia entre ambos, los ciudadanos, no contamos
    Buen rediseño del blog ciudadano X

    ResponderEliminar
  3. Se dice que el ejército se negó en el sexenio de Fox a ser utilizado como fuerza represora contra la APPO , por eso se utilizó a la Marina para ello, en este sexenio, el ejército ya se está cansando de ser utilizado en la guerra contra el narco, está pidiendo una normatividad que lo proteja, en esa línea, posiblemente no tendrá el ejército una buena disoponibilidad para actuar en caso de que Calderón quiera abrir nuevos frentes , por ejemplo contra la guerrilla o contra movimientos sociales, tal vez sería abarcar demasiado, de por sí ya se percibe débil, abriendo nuevos frentes terminará por colapsarse su gobierno.

    ResponderEliminar
  4. Felicidades por el articulo y felicidades por la nueva apariencia de tu blog, recibe un abrazo amigo.

    ResponderEliminar