Autor: Juan Bustillos
La justicia de los hombres lo libró de pasar el resto de su vida en prisión
Debo disculparme por todo lo publicado en IMPACTO sobre el obispo Onésimo Cepeda y su socio Jaime Matute en relación al caso de las obras de arte que doña Olga Azcárraga legó con candor para promover vocaciones sacerdotales y ayudar a curas ancianos.
Asimismo, por poner en duda que el pastor de Ecatepec poseyó 130 millones de dólares en efectivo y los entregó a la señora Azcárraga.
La disculpa es porque la justicia de los hombres los libraron de pasar el resto de su vida en prisión por engañar al juez presentando un pagaré que conforme a sus acusadores se fabricó en dos tiempos: el primero, cuando la señora Azcárraga estampó su firma en un papel en blanco, y el segundo al ser llenado aceptando la dama, ya en el cielo, deber los 130 millones de dólares.
Monseñor Cepeda es inocente, tanto que si estuviéramos en los tiempos de Sodoma y Gomorra, él sería Lot, el único hombre justo de un país hundido en la mierda.
Ignoro si este hombre de Dios acepte mis disculpas por tanta calumnia aquí escrita, sin embargo, aún hay preguntas sin respuesta:
¿Cómo podría haber atesorado el obispo 130 millones de dólares en efectivo?
¿Cómo los trasladó a la casa de doña Olga?
¿En dónde los guardó la finada?
Los abogados derrotados se preguntan: ¿por qué elaborar un pagaré de 130 millones de dólares cuando no existe un origen casual; es decir, Onésimo Cepeda jamás hizo entrega a la señora Azcárraga del dinero, ni en efectivo, como dice el pagaré, ni a través de transferencias o cualquier otro instrumento bancario?
Ellos mismos se contestan:
“La razón consiste en que al morir doña Olga, Jaime Matute Labrador (su sobrino político) se ostentó como su único y universal heredero y albacea de la sucesión de la señora Azcárraga, y el señor Rogerio Azcárraga, hermano de la finada, demandó y obtuvo finalmente la nulidad de dicho testamento. Como consecuencia, Matute y Cepeda idearon el procedimiento mercantil con el pagaré de los 130 millones de dólares para embargar los bienes de la sucesión”.
Lo que queda de la rebatinga de la fortuna de la señora Azcárraga son las acciones de una empresa propietaria de un inmueble en el Condominio Punta Marina en Zihuatanejo; un cuadro del Doctor Atl (Gerardo Murillo) denominado ‘Volcán en Erupción’ que está en poder de Rogerio Azcárraga, y un departamento en Madrid, España.
Todo esto supera los cinco millones de dólares y el obispo y Matute pueden embargarlo a partir de hoy para cobrarse parte de los 130 millones de dólares y los intereses correspondientes que les sigue debiendo doña Olga.
Y luego dicen que los milagros son creencia de beatas de iglesia.
¿Cómo pudo ocurrir el milagro?
Los abogados Arsenio Farell y Javier Olea suponen que por tráfico de influencia. Que en la celebración del cumpleaños del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Sergio Valls, Onésimo, que fue uno de los invitados, pudo platicar con unos siete ministros de la Corte, pero en especial con el festejado.
Valls, según sus sospechas, pudo influir en dos de los magistrados que dieron la razón al obispo y a Matute; anoche, la Suprema Corte de Justicia de la Nación se apresuró a negar que el ministro haya convencido a los magistrados.
Por lo pronto saben que Onésimo aprovechó la ocasión para pedir ayuda al presidente de la Corte, Juan Silva Meza, pero que se llevó un rotundo ¡no!
Lo cierto es ayer su santo de cabecera obró el milagro y, como profetizó cuando parecía que la cárcel lo esperaba, los abogados y todos los demás, incluido yo, se la persignamos, con lo que esto signifique.
Pero también doña Olga que lo consideraba un santo y que a las puertas del cielo le ordenó por escrito cumplir al tope su disposición testamentaria porque su hermano Rogerio se había extraviado en el camino del Señor.
¡Y vaya que le cumplió!
Pinche sistema de mierda....
ResponderEliminar